A Juan Carlos le agrada tener animales y plantas en su casa por que está convencido que todos estos elementos forman el todo natural y son la esencia del universo, además de que es precisamente a la madre Tierra, al lugar que finalmente regresaremos al extinguirse nuestro paso por este mundo, en la última misión de los hombres que es la de nutrirla con nuestros restos y perdurar a través de ella.
A pesar de estar orgulloso de sus raíces indígenas, aún con su color mestizo y sus ojos verdes europeos, está consciente de que sus actividades espirituales y curativas fluctúan en medio de dos mundos, ya que por un lado vive y conoce de cerca las costumbres indígenas de la región y por el otro, tiene continuamente acceso al mundo desarrollado de la tecnologías y la modernidad, pues una de sus pasiones es viajar y conocer distintas partes del País y del extranjero; ello le ha permitido encontrar el equilibrio que le permite seguir haciendo su trabajo en beneficio de todos los que se lo solicitan, sin distingo de razas, religiones o posición económica.
Con todo y su conocimiento del mundo moderno utiliza comúnmente algunos elementos que le permiten compaginar con el mundo mágico espiritual como las veladoras, el huevo de gallina de patio, la fotografía de Pancho Villa y algunos indios como Jerónimo, además de la figura de la santa muerte, entre otros símbolos conocidos en el medio; por cierto en este ultimo caso y aún cuando sabe que la concepción de la santa muerte no es aceptada por la religión católica pues no se trata de una santa, como su nombre lo dice, desde su punto de vista y tradición indígena la respeta por su concepción personal de Mitlantecutli y Mictlantecihuatl señor y señora de los muertos, como importante símbolo étnico que explica la dualidad de la cosmovisión prehispánica y la importancia que se da a la figura materna dentro la cultura náhuatl, con cuyos conceptos sabe que morir es el equilibrio natural de la vida pues no es un evento casuístico negativo, sino sólo un paso de transición que tarde o temprano todos debemos dar. En el lado izquierdo del acceso principal a su casa ha erigido un altar en su honor.
En el interior de este mágico espacio se encuentra un libro de testimonios plasmados por las personas que han acudido en busca de su ayuda. De todos ellos llamaron la atención del autor los siguientes:
El testimonio de Beatriz Martínez Rubio firmado el 31 de octubre de 2003 que se transcribe integro y en el que se lee lo siguiente: “…Tengo 10 años de casada en mi primer año de casada me embaraze, pero a los 4 meses de embarazo lo perdi a raíz de ese suceso, yo ya no quede bien de mi Matriz, pues al parecer mi perdida de bebe no era algo muy normal. Busqué en ese entonces ayuda medica y ayuda espiritual también. Paso el tiempo y mi situación seguía igual o peor por que siempre tuve Problemas Con Mi Pareja en la intimidad, además los Problemas seguían por cuestión de que no había Familia. Yo seguí buscando la ayuda en muchos lados y en varios lugares me llegaron a decir que tenia algo Causado por una brujería tenia ligadura y por esa razón no podía tener familia y a mi pareja también le tenían lo mismo Por azares del destino yo conozco a una pareja a un matrimonio que trate por cuestión de que ellos conocían a una persona que curaba con hierbas y Trabajaba lo Espiritual y que a Podido ayudar a Personas que no pueden dar hijos. Ellos me llevaron a conocer a esta Persona que se llama Juan Carlos y el me ayudo a poder Tener Familia. Gracias a el y a Dios ya hoy Tengo a mi hijo el bebe tiene 2 meses y medio de nacido y estoy muy orgullosa y muy agradecida con Dios y con Juan Carlos. Mi Fe es muy Grande en Dios y en el Mundo Espiritual Tambien Grascias a mi Testimonio he Podido llevar a mas gente con el mismo problema que yo Tuve a Tanquian, S.L.P. a curarse Con Juan Carlos Y me Siento Contenta de poder Ayudar a mas personas y demostrar que la Fe en “Dios” Mueve Montañas. Atte: Beatriz Mtz. Rubio…”
Así como el testimonio de la C. Rosalba Silva Pérez, firmado el 19 de enero de 2004 el cual de igual forma se transcribe íntegramente: “…Mi nombre es Rosalba Silva Pérez, vivo en Pico de Orizaba No. 602 Col. Bellavista de esta ciudad. Tuve una infertilidad de 11 años (once años) en la cual fui tratada por médicos especialistas primero ginecólogos y luego biólogos en reproducción humana, en Valles, Monterrey y México en particular y por el Seguro Social me realice múltiples inseminaciones sin llegar a Concebir, hasta que me hablaron de Juan Carlos, vine a verlo y me dijo que me podía curar y poder tener un hijo y tome las Yerbas y Mi hijo gracias a Juan Carlos Sony y a Dios nuestro Señor Jesucristo ahora tengo a mi hijo tiene año y ocho meses y esta muy sano. Si alguien tiene mi problema aquí dejo mi testimonio para que vean que si es cierto y tengan fe en Dios nuestro Señor y en Juan Carlos Soni que si pueden confiar en el para que los cure…rubrica…”
Todos estos interesantes conceptos dentro del rico acervo cultural de sus orígenes indígenas, así como el profundo respeto y amor que siente por la naturaleza y la madre Tierra, son el conjunto de elementos cósmicos y espirituales de los que Juan Carlos Soni se auxilia para desarrollar sus dones en beneficio de todas las personas que por distintos motivos acuden a su casa en busca de su ayuda.
A pesar de estar orgulloso de sus raíces indígenas, aún con su color mestizo y sus ojos verdes europeos, está consciente de que sus actividades espirituales y curativas fluctúan en medio de dos mundos, ya que por un lado vive y conoce de cerca las costumbres indígenas de la región y por el otro, tiene continuamente acceso al mundo desarrollado de la tecnologías y la modernidad, pues una de sus pasiones es viajar y conocer distintas partes del País y del extranjero; ello le ha permitido encontrar el equilibrio que le permite seguir haciendo su trabajo en beneficio de todos los que se lo solicitan, sin distingo de razas, religiones o posición económica.
Con todo y su conocimiento del mundo moderno utiliza comúnmente algunos elementos que le permiten compaginar con el mundo mágico espiritual como las veladoras, el huevo de gallina de patio, la fotografía de Pancho Villa y algunos indios como Jerónimo, además de la figura de la santa muerte, entre otros símbolos conocidos en el medio; por cierto en este ultimo caso y aún cuando sabe que la concepción de la santa muerte no es aceptada por la religión católica pues no se trata de una santa, como su nombre lo dice, desde su punto de vista y tradición indígena la respeta por su concepción personal de Mitlantecutli y Mictlantecihuatl señor y señora de los muertos, como importante símbolo étnico que explica la dualidad de la cosmovisión prehispánica y la importancia que se da a la figura materna dentro la cultura náhuatl, con cuyos conceptos sabe que morir es el equilibrio natural de la vida pues no es un evento casuístico negativo, sino sólo un paso de transición que tarde o temprano todos debemos dar. En el lado izquierdo del acceso principal a su casa ha erigido un altar en su honor.
En el interior de este mágico espacio se encuentra un libro de testimonios plasmados por las personas que han acudido en busca de su ayuda. De todos ellos llamaron la atención del autor los siguientes:
El testimonio de Beatriz Martínez Rubio firmado el 31 de octubre de 2003 que se transcribe integro y en el que se lee lo siguiente: “…Tengo 10 años de casada en mi primer año de casada me embaraze, pero a los 4 meses de embarazo lo perdi a raíz de ese suceso, yo ya no quede bien de mi Matriz, pues al parecer mi perdida de bebe no era algo muy normal. Busqué en ese entonces ayuda medica y ayuda espiritual también. Paso el tiempo y mi situación seguía igual o peor por que siempre tuve Problemas Con Mi Pareja en la intimidad, además los Problemas seguían por cuestión de que no había Familia. Yo seguí buscando la ayuda en muchos lados y en varios lugares me llegaron a decir que tenia algo Causado por una brujería tenia ligadura y por esa razón no podía tener familia y a mi pareja también le tenían lo mismo Por azares del destino yo conozco a una pareja a un matrimonio que trate por cuestión de que ellos conocían a una persona que curaba con hierbas y Trabajaba lo Espiritual y que a Podido ayudar a Personas que no pueden dar hijos. Ellos me llevaron a conocer a esta Persona que se llama Juan Carlos y el me ayudo a poder Tener Familia. Gracias a el y a Dios ya hoy Tengo a mi hijo el bebe tiene 2 meses y medio de nacido y estoy muy orgullosa y muy agradecida con Dios y con Juan Carlos. Mi Fe es muy Grande en Dios y en el Mundo Espiritual Tambien Grascias a mi Testimonio he Podido llevar a mas gente con el mismo problema que yo Tuve a Tanquian, S.L.P. a curarse Con Juan Carlos Y me Siento Contenta de poder Ayudar a mas personas y demostrar que la Fe en “Dios” Mueve Montañas. Atte: Beatriz Mtz. Rubio…”
Así como el testimonio de la C. Rosalba Silva Pérez, firmado el 19 de enero de 2004 el cual de igual forma se transcribe íntegramente: “…Mi nombre es Rosalba Silva Pérez, vivo en Pico de Orizaba No. 602 Col. Bellavista de esta ciudad. Tuve una infertilidad de 11 años (once años) en la cual fui tratada por médicos especialistas primero ginecólogos y luego biólogos en reproducción humana, en Valles, Monterrey y México en particular y por el Seguro Social me realice múltiples inseminaciones sin llegar a Concebir, hasta que me hablaron de Juan Carlos, vine a verlo y me dijo que me podía curar y poder tener un hijo y tome las Yerbas y Mi hijo gracias a Juan Carlos Sony y a Dios nuestro Señor Jesucristo ahora tengo a mi hijo tiene año y ocho meses y esta muy sano. Si alguien tiene mi problema aquí dejo mi testimonio para que vean que si es cierto y tengan fe en Dios nuestro Señor y en Juan Carlos Soni que si pueden confiar en el para que los cure…rubrica…”
Todos estos interesantes conceptos dentro del rico acervo cultural de sus orígenes indígenas, así como el profundo respeto y amor que siente por la naturaleza y la madre Tierra, son el conjunto de elementos cósmicos y espirituales de los que Juan Carlos Soni se auxilia para desarrollar sus dones en beneficio de todas las personas que por distintos motivos acuden a su casa en busca de su ayuda.
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