Por Jesus Sierra.- visita mi blog para conocer mas de la magia huasteca
Para la ciencia moderna y los avances tecnológicos de nuestra era, el concepto de medicina tradicional ha sido una nominación convencional que separa los procesos buscadores de los términos salud y enfermedad, pues son emanados de las diversas culturas principalmente étnicas. Cada grupo social ha ido elaborando sistemas terapéuticos que en ocasiones son de elevada dificultad, y que se basan en las concepciones ideológicas fundamentadas en la fe y la religión, además de que encuentran en sus propios artífices, figuras de respeto a quienes denominan de distintas maneras: “sacerdotisas”, “curanderos”, “brujos” y “chamanes”.
Son ellos los que poseen en su acervo personal, las características especiales emanadas de la tradición y la suma de conocimientos y procedimientos curativos, basados primordialmente en su fe, y en su convencimiento pleno de la existencia de un mundo espiritual, del que saben ver lo que el resto no vemos, interpretar lo que no entendemos y manejar la forma apropiada de procesar todos sus elementos para conocer el origen y las causas de lo existente; son capaces de encontrar para sus pacientes los ritos y ceremonias adecuadas que devuelven el equilibrio de las fuerzas naturales del cosmos y del individuo, en una relación a base de símbolos, artículos, frutas, animales, plantas e imágenes sagradas.
Los antiguos sacerdotes mostraban aspectos personales siniestros e inquietantes al pintar sus rostros y sus cuerpos con elementos oscuros, con manchas rojas en la sien que señalaban sus penitencias y el cabello enmarañado y tieso por la sangre de sus víctimas; utilizaban una calabaza atada a una cinta que les colgaba sobre la espalda, adornada con borlas que en el interior contenían pastillas de tabaco, calcio y oro molido, para el mismo fin que las usadas por los hechiceros; y como elemento fundamental una bolsa para el incienso que sostenían junto con la cuchara utilizada para distribuirlo.
Estos hechiceros tuvieron una función preponderante en la antigüedad. Se cuenta que personajes como Moctezuma II recurrió a sus oficios cuando trataba de alejar a los españoles de las fronteras de su territorio. Algunos de esos hechiceros pertenecían todavía a la categoría de sacerdotes que en las fuerzas aztecas se llamaban nahualli, por que a veces se disfrazaban de animales, lo que constituye el antecedente directo de los brujos huastecos a los que ahora se les conoce como nahuales, pues se presume son capaces de transformarse en animales salvajes.
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jueves, 8 de enero de 2009
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